domingo, 16 de marzo de 2025

ANA MARÍA MATUTE

Mira este breve vídeo sobre Ana María Matute con motivo de la publicación de todos sus cuentos en  el volumen La puerta de la luna y la concesión del Premio Cervantes. A continuación del vídeo, encontrarás un fragmento de una entrevista en prensa del año 2000.



"Siempre he sido rarita"


KM. Tiene usted pinta de ancianita bondadosa y compuesta.

AMM. Compuesta y sin novio.

KM. ¿Qué hay debajo?
AMM. Yo siempre he sido igual, de joven y de vieja. Lo que pasa es que el estuche exterior corresponde al físico. Pero el interior siempre ha sido el mismo: una mujer inconformista y, en mis épocas, rebelde. Ahora, la rebeldía me da mucha pereza.
KM. Dice que no escribe para vender. Pero no parece que pueda quejarse.
AMM. Nunca he escrito para vender, sino para comunicar. Si vendo, me parece muy bien y muy sorprendente, porque eso significa que hay mucha gente que me sigue y, sobre todo, que me comprende.
KM. ¿Qué hay de su proverbial timidez?
AMM. Ya ves. Continúa.
KM. De pequeña, le encantaba que la metieran en el cuarto oscuro. Ya era rarita.
AMM. Siempre he sido rarita y creo que, hasta cierto punto, lo sigo siendo. Pero eso que me mortificaba mucho antes, ahora me da igual. Me gustaba el cuarto oscuro, porque me lo pasaba muy bien.
KM. No más rarita por eso que por empezar a escribir cuentos a los cinco años.
AMM. No es muy habitual. Yo lo hacía porque, si no arranco a escribir, reviento. Si el mundo no me aceptaba, yo me lo tenía que inventar.
KM. ¿Cuál es la mayor maldad que recuerda de sus monjas de las Damas Negras?
AMM. Reírse de que yo era tartamuda.
KM. ¿Por qué la crueldad está tan presente en sus libros?
AMM. Porque la he vivido muy de cerca. Y no hablo solamente de mí, porque todo lo que nos rodea forma parte de nuestra vida. Y cuando yo veo esa crueldad, ese egoísmo, esa maldad contra cantidad de gente que no tiene voz para expresarse, para defenderse..., eso me exaspera.
KM. En el bosque, tema central de su obra, ¿hay más lobos o más Caperucitas?
AMM. Las Caperucitas son imbéciles. Para mí no tienen ningún interés. Los lobos, sí. Yo tengo una idea del lobo y de Caperucita que se desmarca de los freudianos. El lobo es un ser que me gusta. Yo me siento un lobo estepario.
KM. Usted dice haber visto hadas, gnomos, ángeles. ¿Se ha encontrado con alguien normal?
AMM. Lo triste es que me he encontrado siempre con gente normal entre comillas.
KM. "Comprendo mejor a un trasgo que a un banquero". ¿Qué ventajas tiene el trasgo?
AMM. No sé si tiene ventajas o desventajas. Lo único que sé es que entiendo su mundo. Los banqueros, con excepciones honrosas -no me vayan a negar ahora créditos-, no son inteligibles para mí.
KM. ¿Está usted segura de ser un caballero de la Tabla Redonda frustrado?
AMM. ¡Ah! ¿Lo he dicho? Pues ahora pienso que quizá sí, pero sin la brutalidad.
KM. ¿Quién sería su rey Arturo?
AMM. ¡Yo!
KM. Se apunta a todo.
AMM. Todo junto. Y Ginebra. Y Lancelot. También sir Gawain. Y, sobre todo, Galahad.
KM. ¿El grial existe, o su búsqueda es ya un fin es sí misma?
AMM. Seguramente debe de existir, puesto que todo el mundo, sabiéndolo o no, va en su busca.
KM. ¿En la Real Academia hay servicios de señoras?
AMM. Ni de señores ni de señoras. Hay servicios unisex, porque éstos no son nada machistas.
KM. Los hombres y usted visitan el mismo sitio.
AMM. Hay varios, todos están muy bien y no hay problema. Yo siempre que he ido estaba sola... Además, no creas que van todos allí con ganas de hacer pipí.
KM. ¿Qué queda tras una existencia de francotiradora?
AMM. Pues la satisfacción de no haber claudicado nunca ante nada ni ante nadie, ni ante usos, costumbres, políticas y regímenes.
KM. ¿El sentido del humor la ha ayudado a sobrevivir?
AMM. Por supuesto. El sentido del humor y reírme de mí misma. El que no se sabe reír de sí mismo va dado.


ABC (11/08/2000)


ESTILO EN "LOS NIÑOS TONTOS"

Su estilo es brillante, sensual. El lirismo que impregna a todos los relatos aparece no como un fin, sino como un medio adecuado al profundo sentido de la narración. Son minúsculos dramas que pueden ser considerados tanto poemas en prosa de tono lírico y forma narrativa, como cuentos que han adoptado, junto al estilo poético, el tono mágico, absurdo de la leyenda y de la fábula, para alcanzar una dimensión más profunda de la vida y de la realidad. Las vidas de estos niños están condenadas al dolor, a la soledad y a la muerte de forma absurda. La delicadeza y ternura de su estilo corre pareja con la emoción hiriente y cruel del mundo de las tragedias infantiles. (Vilanova, Novela y sociedad en la España de la posguerra, Barcelona, Lumen, 1995).


No existe acción ni progresión de la trama: se trata de escenas estáticas, meros cuadros que muestran trozos de una realidad repulsiva o grotesca mediante un lenguaje y una cadencia bellísimos. Por eso, más que un conjunto de microrrelatos, lo considero un poemario muy particular, repleto de simbolismo e imágenes sugerentes, aunque no exento de crudeza avivada por la identidad de sus protagonistas. (Blog: "Un libro al día")

sábado, 15 de marzo de 2025

ALGUNAS DECLARACIONES DE ANA MARÍA MATUTE

"La fantasía forma parte de la realidad porque es un producto nuestro; por tanto si forma parte de nosotros, forma parte de la realidad".

 

FRAGMENTO DE UNA ENTREVISTA A ANA MARÍA  MATUTE EN 2007

P. Un tema recurrente en sus relatos es la falta de entendimiento entre los adultos y los niños. ¿Es así?

R. Eso sí, eso lo he pasado yo, y lo han pasado muchos niños a mi alrededor. Yo me he dado cuenta de que, en España, ha habido una absoluta, hasta ahora, ignorancia de lo que es la infancia y una falta de conocimiento. “Los niños son los niños, son posesión nuestra, y haremos de ellos lo que queramos”. Jamás se han interesado por lo que piensa un niño, por lo que siente, por lo que desea, por lo que no quieren. No, los niños eran posesión, hasta en la manera de vestirlos, los niños eran trofeos de los padres. -Y después de tomar aire, retoma su discurso cada vez más exaltada- Yo una vez oí: “Un niño de cuatro años no tiene problemas”, pero ¿qué se cree ése?, ¿que un niño de cuatro años no tiene problemas? Un niño de cuatro años tiene problemas y a veces -gritando- ¡enormes!, como usted quizá no los tenga.

LA NIÑA FEA

ILUSTRACIONES SOBRE "LOS NIÑOS TONTOS"


FRAGMENTO DE UNA ENTREVISTA A ANA MARÍA  MATUTE EN 2007

P. Un tema recurrente en sus relatos es la falta de entendimiento entre los adultos y los niños. ¿Es así?

R. Eso sí, eso lo he pasado yo, y lo han pasado muchos niños a mi alrededor. Yo me he dado cuenta de que, en España, ha habido una absoluta, hasta ahora, ignorancia de lo que es la infancia y una falta de conocimiento. “Los niños son los niños, son posesión nuestra, y haremos de ellos lo que queramos”. Jamás se han interesado por lo que piensa un niño, por lo que siente, por lo que desea, por lo que no quieren. No, los niños eran posesión, hasta en la manera de vestirlos, los niños eran trofeos de los padres. -Y después de tomar aire, retoma su discurso cada vez más exaltada- Yo una vez oí: “Un niño de cuatro años no tiene problemas”, pero ¿qué se cree ése?, ¿que un niño de cuatro años no tiene problemas? Un niño de cuatro años tiene problemas y a veces -gritando- ¡enormes!, como usted quizá no los tenga.




"LA NIÑA FEA": BREVE COMENTARIO


UNA GUÍA PARA EL COMENTARIO 
Ejemplo: "La niña fea"
    AnitaDinamita Illustration.
  1. Tema
  2. Argumento
  3. Figuras retóricas principales
  4. Relación del cuento con el resto del libro.

Este cuento presenta un caso de acoso escolar, pues las compañeras de esta niña, la rechazan por el simple hecho de ser fea desde su punto de vista (la narradora solo comenta que tenía la “cara oscura” y los ojos negros).
       
Como una Blancanieves, comiendo su manzana, permanece sola y callada en una parte del patio donde no jugaba nadie. Pero la acompañaban algunos elementos de la naturaleza, tal como podemos comprobar en la enumeración ascendente (“acacias”, “rosales”, “abejas”, “hormigas” y “la tierra caliente”). La tierra, que aparece personificada, la llama como una madre para que se vaya con ella “Tú tienes mi color”.
        
Sirviéndose del recurso de la elipsis, la narradora da un salto en el tiempo y, de repente, todo ha cambiado: la niña ha muerto, aunque no se diga en ningún momento, pero por los signos que ofrece la autora (“flores de espino”, “flores de papel”, “cintas moradas”), podemos deducirlo. La niña tiene que morir para que todos descubran su belleza, aunque sea muy tarde. Sirviéndose de la antítesis, la narradora lo deja bien claro: de la niña fea se dice ahora “qué bonita es”. Sin embargo, nadie ha actuado para ahorrarle el sufrimiento a la niña: su paraíso está en el mundo del subsuelo, un paraíso descrito con varias sinestesias “color caliente”, “aroma escondido”, “dulce escondite” y con enumeración final que nos acaba de dar la clave de esa muerte, sobre todo con la expresión “flores no nacidas”.
         
Encontramos en este cuento varias de las características de Los niños tontos:
  • aparece una niña protagonista sin nombre, que es víctima de la incompresión y el rechazo de los demás,
  • el cuento acaba con la muerte de la protagonista,
  • algunos animales anuncian la tragedia (“las hormigas malignas”),
  • hay elementos de la naturaleza personificados (la tierra en este caso),
  • los adultos no intervienen, están ausentes, no protegen a los niños.


viernes, 14 de marzo de 2025

POLVO DE CARBÓN

Ilustración de Jean Pierre Barrera


"La niña de la carbonería tenía polvo negro en la frente, en las manos y dentro de la boca. Sacaba la lengua al trozo de espejo que colgó en el pestillo de la ventana, se miraba el paladar, y le parecía una capillita ahumada".